Qué ver y qué hacer en Tamariu
En la comarca del Baix Empordà existe uno de los lugares más bonitos y encantadores de la Costa Brava, el término municipal de Palafrugell. Este está formado por cinco poblaciones: Palafrugell y Llofriu, en el interior; y los núcleos costeros de Calella, Llafranc y Tamariu.
A pesar de ser el más pequeño de todos, y el menos masificado, Tamariu atrae a los visitantes por su aspecto casi virgen y el ambiente tranquilo que se respira. Un paisaje aislado, cubierto de rocas y densa vegetación, con un litoral salpicado con calas y una bahía de aguas profundas y transparentes. Toda una invitación a disfrutar de unos días de descanso y desconexión.
QUÉ VER EN TAMARIU
El núcleo urbano está formado por callejones estrechos, típicos de un antiguo pueblo marinero, que se recorren con un agradable paseo.
Sin embargo, el principal atractivo de Tamariu son las playas y el camino de ronda, que la une con Llafranc y Calella.
La playa principal se encuentra en el centro de la ciudad. Es tranquila y familiar, preparada para practicar todo tipo de deportes, tanto en la arena como en el mar. Además, es dónde se encuentra el paseo marítimo, lleno de bares y restaurantes.
Durante el año, los barcos de pesca invaden la arena, mientras que en verano forman un mosaico de colores en las aguas de la bahía.
Siguiendo el camino de ronda puedes llegar a lugares tan bonitos como la cala Pedrosa, formada por guijarros y de acceso algo dificultoso; Los Liris, una pequeña playa rodeada de rocas y acantilados, donde todavía se puede ver una barraca de 1872; Agua Xelida, una cala escondida entre los pinos; o Aiguadolça, un pequeño rincón entre árboles y acantilados que dispone de su propio embarcadero.
Pero si quieres disfrutar de dos lugares prácticamente vírgenes, solitarios y de gran belleza, tienes que acercar a cala Marquesa y a cala de los Genes, más conocida como El Cau. Eso sí, sólo podrás acceder por mar.
OTROS LUGARES DE INTERÉS
Al pertenecer al término municipal de Palafrugell, la estancia en Tamariu incluye una visita obligada al resto de núcleos urbanos. Todos ellos tienen su encanto especial. El patrimonio arquitectónico en el interior o los acantilados y las calas de la costa no te dejarán indiferente.
PALAFRUGELL
Una de las características del centro histórico de la ciudad es su accesibilidad. Al ser exclusivo para los peatones, puedes visitarlo con calma y adentrarte en su historia, sin el ruido del tráfico.
Allí encontrarás la iglesia de San Martín, un templo que impresiona por sus grandes dimensiones. Tiene su origen en el siglo XI pero la estructura actual corresponde a los siglos XV-XVIII. En su interior había un hermoso altar de estilo barroco que, desgraciadamente, fue destruido en 1936. Destaca el campanario, inacabado y parece que así seguirá porque los habitantes de la ciudad lo consideran un símbolo de Palafrugell.
Paseando por el casco urbano encontrarás fragmentos de la antigua muralla (ss. XV-XVI) y uno de sus arcos, situado en la Plaza Nueva.
Palafrugell fue la ciudad natal del escritor Josep Pla. Por eso el municipio creó la Fundación Josep Pla, dedicada a divulgar la obra de su hijo más ilustre.
Uno de los lugares de gran interés cultural es el Museo del Corcho. Está situado en la antigua fábrica de corcho de Can Mario, un edificio modernista, y es considerado el más grande del mundo de esta temática. Te llevará a hacer un recorrido por el proceso de transformación del corcho. Los diferentes espacios de la exposición se han colocado alrededor de un alcornocal, entre los que se distinguen un audiovisual, un auditorio y talleres.
Entre los más de seis mil objetos del museo destaca el primer libro que se fabricó con corcho, en el año 1907: El Quijote.
En el exterior del edificio se eleva la Torre de Can Mario, un depósito de agua construido sobre una estructura de hierro de forma helicoidal y con barandilla de forja.
El conjunto industrial está protegido como Bien Cultural de Interés Local.
LLOFRIU
En el interior, al norte de Palafrugell, encontrarás este pequeño pueblo medieval rodeado de campos y explotaciones ganaderas.
Un lugar ideal para pasear gracias a la tranquilidad que desprenden sus calles.
En el casco antiguo las casas son todas cerca de la iglesia parroquial de San Cristóbal. Parece ser que el edificio data del siglo XII, pero fue reconstruido en el siglo XVII o XVIII.
En el pueblo también encontrarás el mas Pla, la casa solariega de Josep Pla, y, en el cementerio, su tumba.
CALELLA DE PALAFRUGELL
Pintoresco pueblo de pescadores con un encanto especial.
Las calles estrechas y las casas de fachadas blancas llegan hasta la playa, salpicada de rocas que sobresalen del agua y de barcas que descansan en la arena.
La playa más emblemática es Port Bo, también llamada playa de las Barcas. Es conocida por les Voltes (las vueltas), en honor a los arcos que cubren el pequeño paseo marítimo, y por las cantadas de habaneras que tienen lugar en verano.
La platja Port Pelegrí destaca per les casetes amb portes de colors que creen un ambient sortit d’una altra època. A més, hi trobaràs tot de restaurants amb terrasses des d’on podràs contemplar una bonica posta de sol.
La Trona es una gran roca que separa Port Bo de la playa del Canadell, la más grande del pueblo. A su lado encontrarás la cala dels Canyissos, un lugar perfecto para practicar submarinismo.
Desde la cala del Golfet, una de las más salvajes de Calella, disfrutarás de una buena panorámica de las Islas Formigues.
A pocos metros encontrarás la playa de San Roque o els Canyers, coronada por el Hotel San Roque, que ofrece una vista espectacular de la costa. A pie de playa te esperan los antiguos pórticos de pescadores y la famosa fuente de San Roque.
La playa Port Pelegrí destaca por las casetas con puertas de colores que crean un ambiente salido de otra época. Además, encontrarás todo de restaurantes con terrazas desde donde podrás contemplar una hermosa puesta de sol.
La zona con más actividad turística de Calella se encuentra en la Platjeta y la playa d’en Calau. Allí es donde están situados la mayoría de los locales de ocio y el Club de Vela.
Pero, sin duda, lo que hace que Calella sea un municipio conocido en todo el mundo es el Festival de Cap Roig. Al certamen se reúnen, cada verano, artistas nacionales e internacionales de disciplinas tan variadas como la música, la danza y el teatro. Todos ellos presentan sus creaciones en un marco natural incomparable: los Jardines de Cap Roig.
El recinto está distribuido en varias terrazas, adornadas con esculturas y llenas de plantas procedentes de los cinco continentes. En medio de los jardines, se encuentra el Castillo de Cap Roig. Aunque ya se tenía conocimiento de la existencia del edificio en la época medieval, el actual fue reconstruido en 1931, aprovechando parte de los elementos originales.
Todo el conjunto ofrece unas bonitas vistas del mar dignas de fotografiar.
LLAFRANC
Siguiendo el camino de ronda de Calella, en dirección norte, enseguida llegarás a Llafranc y su paseo marítimo, que bordea la bahía de arena fina hasta el puerto deportivo.
El edificio más importante del pueblo es la iglesia de Santa Rosa de Lima, de estructura sencilla y fachada blanca. Está situada sobre el promontorio en el que los romanos construyeron la antigua acrópolis.
Como recuerdo, a su lado, todavía se conserva una prensa de vino romana.
El camino de ronda te llevará hasta lo alto del acantilado que separa Llafranc de Tamariu. Allí encontrarás otro lugar emblemático del municipio: el conjunto monumental de San Sebastián de la Guarda que incluye un faro, un poblado ibérico y ermitas repartidas por la montaña.
El Faro de San Sebastián, construido en 1857, domina la bahía desde una altura de 165 metros y es considerado uno de los más importantes de la costa mediterránea. Desde su mirador tendrás las mejores vistas de todo el litoral, con los acantilados que preservan la mayoría de las calas. Desde allí, hay un camino que desciende hacia el mar y que te llevará hasta una capilla excavada en la roca.
El Poblado Ibérico (ss. VI-I a. C.) está situado en la explanada de Sant Baldiri donde en el siglo XII también se construyó una capilla.
El lugar era una zona estratégica desde la que resultaba más fácil defender el asentamiento. Entre los diferentes hallazgos podrás ver los restos de varias casas, hornos, silos y anzuelos.
Gracias a las buenas condiciones de vigilancia que ofrecía el acantilado, se construyó la Torre de San Sebastián (s. XII), con el objetivo de defender a la población de los ataques piratas. Estuvo en servicio hasta bien entrado el siglo XVI.
Si quieres explorar un poco más la montaña, antes de llegar al faro puedes tomar un desvío a la izquierda para descubrir el dolmen de Can Mina dels Torrents.
QUÉ HACER EN TAMARIU
El mar ofrece la oportunidad de realizar muchas actividades acuáticas.
Para disfrutar de las maravillas del fondo marino, no hay nada mejor que practicar submarinismo o snorkel.
En cambio, los paseos en kayak te llevarán a descubrir calas y grutas excavadas en la roca, algunas tan impresionantes como la Cova d’en Gispert, la cueva marina más grande de la Costa Brava.
Pero si lo que más te gusta es la natación, puedes practicarla en aguas abiertas siguiendo los itinerarios señalizados de las Vías Braves.
Los amantes del senderismo y la bicicleta encontrarán un buen surtido de rutas, de diferentes niveles, para recorrer tanto el litoral como el interior de Palafrugell.
El más atractivo de todos los itinerarios es el camino de ronda.
Puedes recorrerlo entero o por tramos, pero todos contienen pequeños tesoros naturales. Desde Tamariu a Calella, llegarás a calas de ensueño, pasarás por túneles y escaleras, descubrirás curiosas rocas (la punta dels Forcats, la Roca Vermella) y quedarás encantado con los numerosos miradores (la punta dels Burricaires, el mirador M. Juanola).
LA GASTRONOMÍA DE TAMARIU
La gastronomía de la zona combina un gran surtido de productos que la hacen rica y variada. Aves, caza, verduras y hortalizas, pero sobre todo el pescado y el marisco.
Para dar a conocer la riqueza de la cocina palafrugellense, los municipios organizan diversas jornadas gastronómicas. La Garoinada es una de las más famosas en toda la provincia de Girona, donde el protagonista es el erizo de mar, también conocido como garoina o garota.
Otra de estos encuentros es Es Niu, que lleva el nombre del plato más antiguo de Palafrugell. La receta original se hacía con tripa de bacalao, huevo duro, pejepalo (bacalao seco) y patata. Con el tiempo, los pescadores añadieron sepia y los corcheros, salchichas y aves. Este era el plato que los pescadores solían comer a las barracas.
UN POCO DE HISTORIA SOBRE TAMARIU
El primer documento en el que aparece Tamariu data del año 1039, però parece que en aquella época aún no se había establecido ningún núcleo de población. De hecho, durante siglos sólo fue una cala escondida entre árboles.
Entre los siglos XVIII y XIX aparecieron las primeras barracas, destinadas al control sanitario. Los guardias que las ocupaban eran los encargados de detectar cualquier persona que llegara por mar y pudiera estar infectada de alguna enfermedad infecciosa.
Las primeras familias de pescadores se comenzaron a instalar a mediados del siglo XIX, dando lugar al inicio del pueblo que hoy conocemos.
Sin embargo, el reclamo turístico llegó a principios del siglo XX, cuando algunos miembros de la burguesía decidieron veranear en Tamariu. Desde entonces, el pueblo ha aprendido a convivir con las exigencias del turismo, a la vez que no abandona sus raíces de pueblo pesquero.
CÓMO LLEGAR A TAMARIU
Para llegar en coche desde Barcelona, hay que tomar la autopista AP-7 dirección Girona/Francia y tomar la salida 9 (Vidreres/Lloret). Continúa por la C-35 en dirección a Sant Feliu de Guíxols y Playa de Aro, después coge la C-31 en dirección a Palamós y déjala en la salida 331 Palafrugell Sur.
Desde el norte del país, conduce por la autopista AP-7 en dirección a Barcelona y coge la salida 6 (Girona Norte). Sigue la C-66 hacia La Bisbal/Palamós y toma la salida Palafrugell Norte.
Si sales de Lleida, deberás coger el eje Transversal a Cervera hasta Riudellots de la Selva. Ir en dirección Cassà de la Selva, Llagostera y Sant Feliu de Guíxols. Continúa en dirección a Palamós por la C-31 y toma la salida 331 Palafrugell Sur.
En los tres casos, una vez en Palafrugell, coge la carretera GIV-6542 directa en Tamariu.
Si tu medio de transporte es el avión y aterrizas en el aeropuerto de Barcelona-El Prat, deberás tomar un autobús a la estación de Sants. Sale uno cada media hora. Sube al tren que va hasta Portbou y baja en la estación de Flaçà. Frente a la estación hay una parada de autobuses con conexión directa a Palafrugell. Este también es el itinerario que seguir si tienes intención de viajar en tren.
En cambio, si llegas al aeropuerto de Girona-Costa Brava deberás coger un bus que te lleve a la estación de autobuses de Girona. Una vez allí, puedes viajar en autobús hasta Palafrugell y, después, coger otro de la línea 64 hacia Tamariu.
Puedes encontrar más información sobre el turismo de Cataluña en Catalunya Turisme.